Cómo realizar el aseo para el final de una obra de construcción

aseo para el final de obra de construcción

¡No dejes que tu obra termine en desastre! El aseo para el final de obra es fundamental para garantizar que el lugar quede limpio y en perfectas condiciones para su uso. Si no se realiza adecuadamente, pueden quedar rastros de materiales como cemento, estuco o pintura que pueden llegar a causar verdaderos estragos. ¡No dejes que eso suceda! A continuación, te contamos cómo enlucir y dejar una construcción lista para estrenar.

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Recomendaciones para la limpieza final del lugar de construcción

Sigue atentamente estos pasos para dejar el lugar impecable:

  • Usa ropa adecuada. Es importante usar ropa de trabajo que cubra bien el cuerpo y que esté hecha de materiales resistentes a los productos químicos. También es importante utilizar guantes y gafas de seguridad para proteger las manos y los ojos. Esta recomendación es primordial, especialmente en el caso de uso de estos productos: el ácido muriático (que llega a traspasar las telas convencionales e incluso lonas) y el ácido nítrico (altamente corrosivo).
  • Utiliza equipo de protección personal. Dependiendo del tipo de material de aseo que estés utilizando, puede ser necesario utilizar equipo de protección adicional, como respiradores o máscaras.
  • Verifica que todas las puertas y ventanas estén en buenas condiciones y se abran y cierren correctamente. En caso de que estas se atasquen, asegúrate de retirar sedimentos de hormigón, de estuco o acumulaciones en goznes.
  • Aspira todas las superficies, incluyendo paredes, pisos y techos. En caso de que no cuentes con una aspiradora, barre bien antes de pasar un trapo húmedo para eliminar el polvo y la suciedad acumulada.
  • Desmancha. Para eliminar eflorescencias surgidas de las reacciones de las sales de las arcillas del ladrillo, te recomendamos usar vinagre o desincrustante industrial. Estos materiales no solo no son dañinos para la piel y el sistema respiratorio, sino que además contribuyen a despejar manchas de cemento, de gomas y adhesivos con mucha eficacia.
  • Friega grasas acumuladas. Aunque suelen usarse fregadoras mecánicas y desengrasantes industriales, lo puedes hacer manualmente y con jabones líquidos o detergentes en polvo.
  • Desinfecta las áreas comunes, como baños, cocina y pasillos. El hipoclorito sigue siendo el material más efectivo para esta tarea, pero recuerda diluirlo en suficiente agua, de forma que la solución sea tan solo de un diez por ciento.
  • Retira todos los escombros y basura del lugar. Asegúrate de eliminar cualquier rastro de materiales de construcción.
  • Almacena adecuadamente los materiales. Los productos químicos deben conservarse en lugares frescos, secos y bien ventilados, lejos del alcance de niños y mascotas. También es importante etiquetar adecuadamente los recipientes para identificar el contenido. Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), existen, además, especificaciones técnicas particulares de inspección de orden de estos materiales peligrosos en construcciones que debes tener en cuenta. Aquí puedes encontrar la guía completa.

Los procesos de lacado, hidrofugación e impermeabilización no son considerados parte de la limpieza descrita anteriormente. Si estos procesos se deben realizar, es recomendable contar con la ayuda de expertos en la materia.

¡No arriesgues tu obra ni tu salud!

No permitas que soberbios pisos de parque se echen a perder, que cunetas se tapen o que se produzcan accidentes en tuberías de agua o de gas. Tampoco te dejes la piel en este trabajo ni te expongas a ti y a tus compañeros de trabajo a lesiones, accidentes o heridas que pueden resultar muy graves si no tomas las precauciones necesarias para el manejo de materiales peligrosos.

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